La boca pobre (1941) de Flann O'Brien
Flann O'Brien publica esta novela con la intención de criticar la situación de miseria de la población rural irlandesa en su época y, al mismo tiempo, para burlarse de las obras exaltadoras de la cultura gaélica y de la visión estereotipada de los ingleses. Para ello, utiliza un estilo narrativo cargado de ironía; como una fábula satírica, el humor impregna cada párrafo de la historia.
Bonaparte Ó Cunasa, un pobre irlandés que vive en una perdida población de la región de Corca Dorcha (que no existe), nos relata su vida desde su nacimiento. Convive con su abuelo y su madre, y con los animales que se quedan dentro de casa, principalmente cerdos. Su alimentación básica son las patatas. Ninguno de la familia hace algo útil para subsistir y el padre está en la cárcel. Bonaparte abandona el colegio tras el primer día de clase: allí los alumnos son golpeados porque no saben inglés. Cuando va de caza con su abuelo es para robar... Una vida de hambruna y abandono en la que nadie hace algo para mejorar, donde se asume su condición de miseria aunque sea entre protestas.
Flann O'Brien es un buen narrador de historias cargadas de originales anécdotas. Sus descripciones de personajes o de la dura vida, son ágiles, contundentes, irónicas, sin interrumpir el relato. Son el adecuado trasfondo de la historia. No hay melodrama.
Uno de los objetivos del autor, como decía al principio, es criticar la falsa literatura que tiene por objeto perpetuar una tradición nacionalista de identidad. Hay muchas referencias a ese absurdo fanatismo que recuerda a posturas actuales: "Quien es gaélico, siempre será gaélico", "¡No hay libertad sin unidad! ¡No hay patria sin lengua!"
Las situaciones humorísticas que surgen por situaciones extremas son un recurso muy habitual en el libro. La convivencia de los animales dentro del hogar familiar, el olor de los cerdos, da lugar a divertidas anécdotas. Una de las mejores es cuando disfrazan a los gorrinos con ropa de niños para sacar dinero del gobierno inglés o cuando un caballero inglés confunde a uno de esos cerdos con una persona y "graba el auténtico gaélico" en su gramófono (la grabación del cerdo acaba generando profusos estudios en los ingleses...).
El estilo de los diálogos no siempre es realista: estamos ante una fábula sobre fábulas de identidad y estereotipos que quieren pasar por verídicos.
No todo el libro mantiene el mismo nivel de ironía. A veces me he distanciado de su sentido del humor por ser demasiado plano. Un ejemplo: "Nací con muy poca edad, ni siquiera había cumplido un día". Lo apunto porque quizá para otros este aspecto humorístico guste. A mí, me deja frío.
Para terminar, señalaré que, tal y como dice la contraportada del libro, la boca pobre es una expresión gaélica para referirse a cargar las tintas sobre la pobreza para producir lástima y tener beneficios. Como vemos, hasta el propio título tiene una apariencia que esconde cinismo.
Con esta novela pasaréis un buen rato, conoceréis una realidad de la Europa de mitad del XX (en algún aspecto parecido a España) y os dejará un buen sabor de boca. Además, se lee rápida.
Editorial: Nórdica Libros
Páginas: 153 (incluye prólogo hasta pag.30)