Una gata sobre un tejado de zinc caliente
Un gran clásico de Tennessee Williams que bajo la dirección de Amelia Ochandiano consigue entretener pero queda muy lejos de las posibilidades que ofrece este maravilloso texto.
El patriarca de la familia cumple 70 años y le van a preparar una fiesta. Acuden sus dos hijos: Gooper, el mayor, casado y con una retahíla de niños, y Brick, el favorito, con su atractiva esposa Maggie. El padre tiene una enfermedad terminal y la herencia es codiciada por Gooper y su esposa. Brick se ha dado a la bebida tras la muerte de su amigo íntimo y se ha distanciado de su mujer; ella intenta mantener el matrimonio a flote.
La calidad de los diálogos permite disfrutar de la obra aunque la dirección no aproveche la tensión dramática y los actores oscilen de una interpretación plana a la exageración de Begoña Maestre. Eloy Azorín está genial y salva gran parte de la función. !Enhorabuena! no es nada fácil con tan poco apoyo.
La escenografía nos muestra una habitación convencional sureña con un fondo de largo cortinaje nada conseguido y reduce los espacios de escena a un mínimo por donde moverse los actores fuera de la habitación. La música, a elevado volumen, tampoco favorece la ambientación.
Como decía al principio, entretenida. Olvidaros de la versión cinematográfica de Richard Brooks con Elizabeth Taylor para poder disfrutarla.
Texto: Tennessee Williams
Dirección y versión: Amelia Ochandiano
Actores: Juan Diego, Eloy Azorín, Begoña Maestre, José Luis Patino, Marta Molina, Ana Marzoa
Ayudante de dirección: Virginia Flores
Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Vestuario: María Luisa Engel
Iluminación: Felipe Ramos
Producción: José Velasco
Teatro: Reina Victoria desde el 17 de marzo de 2017
Duración: 120 minutos