Dados
Dados es una interesante obra de José Padilla que forma parte del proyecto teatral de la compañía Ventrículo Veloz sobre la adolescencia. Tras abordar los temas del bullying y la anorexia, obras que no he podido ver, se cierra la trilogía con una historia sobre transgénero. Obra sincera que aborda bien el tema pero que se desarrolla en una historia leve, en un apunte, una obra menor.
El valor de Dados está en su mensaje y en el proyecto de difusión entre los jóvenes.
X es un adolescente que trabaja en una tienda de comics y, al cerrar, graba todas las noches un podcast sobre juegos de rol. Conecta la música a tope antes de empezar, baila, se llena de energía y comienza su grabación. Nadie conoce su actividad secreta y en el programa mantiene oculta su identidad distorsionando la voz. Hasta que un día se cuela por la persiana de cierre un treintañero que lo interrumpe con la idea desesperada de encontrar un regalo para el cumpleaños de su novia. Un individuo que se hace llamar Y, nervioso, verborreico. La desconfianza inicial del adolescente dará paso, conforme pasa el tiempo, a un entendimiento por encima de sus aparentes diferencias. Llegarán a jugar juntos un juego de rol e irán descubriendo sus secretos y frustraciones.
La historia parte de un planteamiento realista y da un giro inesperado que sirve para mostrar otra cara de los personajes. Este cambio argumental está integrado de forma verosímil y no produce en el espectador una reacción de incredulidad. Dados tiene momentos de humor que surgen de la confrontación de los personajes, no es un drama. Un recurso inteligente es mostrar un adolescente que manifiesta prejuicios hacia los demás cuando, precisamente, él es el que sufre los más profundos prejuicios de la gente que le rodea.
Desde mi punto de vista, el texto es superior a la dirección, aunque hay un momento especialmente logrado en la coreografía de la partida de rol. Las entradas y salidas de Juan Blanco resultan prolijas, los actores se mueven por el escenario en una fuga que parece intentar cubrir el vacío que les rodea (como si necesitaran un escenario más cerrado). Los decibelios de música y podcast con micrófono resultan molestos; quizá los adolescentes, para quienes está destinado el proyecto, lo acepten mejor, pero es excesivo.
Los actores se van afianzando en sus papeles conforme avanza la obra. No obstante, sus movimientos en escena y su expresión siguen siendo exagerados y algo limitados. Juega en su favor que los dos actores se ajustan perfectamente a la caracterización de sus personajes.
Cuando comentaba al inicio que es una obra menor me refería a nivel de desarrollo de personajes. Un texto breve, cincuenta minutos en esta versión en escenario, enfocado a una situación concreta: la actividad del adolescente y el encuentro abrupto de dos personajes. Gran parte de la obra se dedica a la grabación del podcast (que inicia y reinicia hasta en cuatro ocasiones), la historia del regalo y el juego de rol, y poco más. Argumento y perfil de personajes escaso, con una variación en la revelación parcial de la vida e identidad del treintañero.
Mensaje positivo y necesario sobre la transexualidad, muy bien integrado pero... estos personajes piden a gritos una mayor profundización en ellos.
Dados es una obra para todo tipo de público aunque su mensaje esté dirigido a los jóvenes.
Texto y dirección: José Padilla
Intérpretes: Almudena Puyo, Juan Blanco
Iluminación: Juanjo Llorens
Sonido: Sandra Vicente
Producción: Ventrículo Veloz
Teatro: Teatros del Canal 3 al 8 de julio de 2018
Se estrenó en Pavón Teatro Kamikaze
Duración: 50 minutos