Linda vista
Linda vista nos cuenta las decisiones que toma un hombre recién divorciado que, a sus cincuenta años, quiere rehacer su vida sentimental y se enreda en decisiones equivocadas. Un drama que no termina de funcionar, a pesar de su interés, porque no llega a ninguna parte y está lleno de diálogos que se alargan de forma superflua, incluso algún diálogo resulta poco verosímil. Una obra que precisaría de una poda, más profundidad y energía. Se deja ver por el buen trabajo de los actores.
Wheeler (Toni Cantó) llega a su nuevo apartamento en la urbanización Linda Vista. Su amigo Paul le ayuda en la mudanza aunque, en realidad, se ha llevado muy pocas cosas. En sus salidas de nuevo soltero, por un lado, conocerá a una adolescente en un bar y, por otro lado, sus amigos Paul y su mujer, le presentarán una amiga con la que decidirá empezar a salir. La situación se complica cuando acoge a la adolescente en su casa porque ha sido abandonada por el novio que la ha dejado embarazada. Wheeler, de forma poco convincente, se enredará con la adolescente. El argumento continúa por caminos previsibles.
Las escenas que tienen lugar en la tienda donde trabaja reparando cámaras fotográficas no terminan de encajar en la historia, son un añadido mal hilvanado que, además, cuenta con momentos forzados y poco creíbles. Aunque la situación más absurda nos la encontramos en la conversación que mantiene Wheeler con su novia en un intento de reconciliación.
A pesar de que el texto es flojo y se dilata con diálogos poco sustanciales, tiene algunos aspectos interesantes. Por ejemplo, la caracterización del matrimonio y cómo enfrentan el cambio de pareja del amigo, la relación tibia y vacilante de Wheeler, la escena final de ruptura con la adolescente.
Los actores principales interpretan con gran acierto a sus personajes.
Toni Cantó nos muestra la fragilidad del adulto perdedor y egoísta, con aparente sencillez. Ruth Gabriel desnuda el alma del personaje. Emilio Buale nos convence conforme sigue en escena, al principio algo tibio. Ylenia Baglietto muy bien en su corto papel. Nuria Herrero tiene el difícil papel de adolescente provocativa y saca adelante cada escena.
Quedan aparte los imposibles papeles de Alfonso Delgado, un viejo machista trasnochado y excesivo, y Almudena Cid que interpreta a la acosada jovencita con poco acierto, con ausencia de contención. Como comentaba antes, las escenas de la tienda son lo peor de la función.
La escenografía es muy funcional y sencilla. Coloca algunos elementos para situarnos en los diferentes ambientes donde tiene lugar cada escena.
Una obra tibia y comercial que nos hace plantear cuáles son los criterios que se siguen para seleccionarla en un teatro del CDN.
Linda vista es la última obra escrita por Tracy Letts, diez años después de su impresionante Agosto: Osage County (2007). Esta obra se pudo ver hace ya 7 años en los escenarios españoles bajo la dirección de Gerardo Vera y con Amparo Baró, Carmen Machi e Irene Escolar, entre otros.
Texto: Tracy Letts
Versión: Bernabé Rico
Dirección: José Pascual
Intérpretes: Toni Cantó, Ylenia Baglietto, Emilio Buale, Almudena Cid, Alfonso Delgado, Ruth Gabriel y Nuria Herrero
Escenografía: Curt Allen Wilmer
Iluminación: José Manuel Guerra
Vestuario: Pier Paolo Alvaro
Música: Luis Delgado
Producción: Talycual Producciones
Teatro: Valle-Inclán 11 al 27 de enero de 2018
Duración: 90 minutos