top of page

Copenhague


Un montaje dirigido por Claudio Tolcachir, basado en una obra de Michael Frayn, que resulta aburrido a pesar de los interesantes hechos en los que se inspira. Muy tedioso a pesar de que los dos actores hacen un digno trabajo. Un intento fallido, simplificador, de acercar el dilema de la ciencia al público en general. Unos diálogos que discursean pero poco nos dicen de los personajes, de las personas que hay detrás. Paisaje gris para un texto y una dirección gris.


Antes de analizar lo que lastra esta función, voy a contar algo de la historia. Tres personajes pasean por la escena, nos dicen que ya están muertos, nos empiezan a hablar de un encuentro del pasado, envuelto en misterio (parece que ni ellos mismos, los protagonistas, saben lo que ocurrió). Los personajes son Bohr, su mujer y el científico alemán Heisenberg. El lugar es Copenhague y el año 1941. Los nazis han ocupado Dinamarca. Bohr y Heisenberg se conocen desde hace mucho tiempo, al principio fueron maestro y discípulo, después se forjó una amistad. Esta amistad se rompió tras ese encuentro: ambos científicos estaban inmersos en la investigación de la energía nuclear que permitió el desarrollo de la bomba atómica. ¿Qué puede buscar en esa visita el científico alemán?


El principal problema de esta obra, como tantas de las que hablan de personas reales y no se atreven a darles una identidad propia: son bustos parlantes cuyo interés solo reside en lo que dicen a nivel histórico o biográfico. Como el tema es árido y se escapa de las manos, intentan explicar al público de qué están hablando. Para ello, utilizan un recurso poco verosímil: utilizan a la esposa (ya que no es científica) para darnos la explicación sobre átomos, teoría de la incertidumbre y otras cosas. Peor resulta todavía que la explicación utilice metáforas poco acertadas y que rozan lo ridículo (nivel básico de primaria).

Un detalle más que confirma que no estamos ante personajes de carne y hueso sino ante testimonios de la historia lo tenemos cuando los científicos rememoran sus encuentros: parece que van a contar de forma natural anécdotas y vamos a conocerlos un poco, pero resulta que empiezan a soltar datos. Nos vimos en tal año y tú tenías tantos años y yo tantos, eso fue antes de la conferencia tal... y así, sucesivamente... aburrido, sin interés. ¿A quién le importa si un tal Bohr vió a un tal Heisenberg tal año, antes o después de que sacara la teoría X, etc?

Por si no queda claro que no interesan los seres humanos que podía haber detrás de esos científicos que se debaten sobre la ética (en realidad pasan sobre el tema como un viento ligero), tenemos al "personaje" de la mujer de Bohr, que tiene dos funciones: replicar de forma impersonal algunos pensamientos de un marido demasiado confiado y, sobre todo, remarcar lo que ya vemos que ocurre en escena. Que estamos en el año 1941 nos lo aprendemos enseguida aunque insistan en mencionar el año por enésima vez; que hay un silencio en la conversación, pues nos lo dirá; que no se miran a la cara, también la señora lo dirá al público...

La responsabilidad de la versión es de Tolcachir y no ha hecho nada por dar algo de vida a la función o eliminar esos innecesarios comentarios de la señora Bohr. Para evitar una situación estática, nos trae y lleva a los actores por el escenario, poco más.


Elisa Sanz ha ideado, con muy pocos elementos, una clásica escenografía con cierta belleza melancólica. Como se aprecia en las fotografías (más abajo), ha diseñado con dos paredes de casas el rincón de un jardín con mesitas y sillas, árboles otoñales.


Emilio Gutiérrez Caba demuestra que es un gran actor hasta con los papeles más insípidos y Carlos Hipólito está a su altura. Malena Gutiérrez con su actitud desganada de "apuntadora" (la entiendo) no resulta nada atractiva.


Una obra para olvidar.



Texto: Michael Frayn

Versión y dirección: Claudio Tolcachir

Intérpretes: Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Hipólito, Malena Gutiérrez

Escenografía y vestuario: Elisa Sanz

Iluminación: Juan Gómez Cornejo, Ion Aníbal López

Ayudante de dirección: Maite Pérez Astorga, Nacho Redondo

Producción: Producciones Teatrales Contemporáneas

Teatro: La Abadía 23 de mayo a 14 de julio de 2019

Duración: 80 minutos

Busco...
PRÓXIMOS RETOS
OBRAS DE TEATRO
OBRAS DE LITERATURA

Únete ahora a nuestra lista de correo

bottom of page