Mercaderes de babel
Mercaderes de babel es una obra que juega al teatro dentro del teatro para, de forma libre, introducir algunos fragmentos de El mercader de Venecia de Shakespeare. El resultado es una simplificación que quizá pueda tener sentido como una introducción para estudiantes que no van al teatro. Por lo demás, nada interesante.
Un grupo de actores, nos dicen, se ha juntado para representar y reflexionar acerca de la obra El mercader de Venecia. Se centrarán en la escena del juicio para, a partir de ella, ir hacia atrás en la obra, representar alguna otra escena y volver al juicio, una y otra vez, con discusiones entre los actores.
Se trata del juicio entre Antonio, un rico mercader, y Shylock, un judío usurero. Antonio le ha pedido un préstamo para ayudar a un amigo que está enamorado de una rica heredera. La fortuna de Antonio depende de una flota de barcos, que se hunde, y no podrá hacer frente a la deuda contraída. Shylock exigirá que se cumpla el acuerdo: tomará una libra de carne de la parte de su cuerpo que él decida.
José Padilla (autor) y Carlos Aladro (director) han decidido cortar las escenas representadas para que los actores nos ofrezcan un supuesto debate, interrupciones que parecen ser espontáneas pero que denotan una dramaturgia balbuceante, sin ningún aporte interesante: una pátina de modernismo.
Así, por ejemplo, con micrófono en mano, nos contarán el papel que desempeña cada miembro de un juicio, cuándo pueden declarar, preguntar o protestar; el tono es acelerado, se repiten las mismas explicaciones...
La riqueza de la obra de Shakespeare queda diluida en un montaje que quiere ser moderno pero que fracasa precisamente en los dos aspectos sobre los que parece girar la propuesta: por una parte, profundizar en los dilemas que plantea la obra original y, por otra, el recurso del metateatro para acercarlo a nuestra realidad.
Los actores defienden sus papeles de forma admirable teniendo en cuenta la errática dramaturgia. Javier Lara impecable, como en todos los proyectos en los que se implica (difícil naturalidad en su prolongada borrachera). El británico Greg Hicks nos deleita con perfecto acento shakesperiano pero no convence su interpretación monolítica de Shylock. Nos habla en inglés casi todo el tiempo, tanto en su papel de Shylock como en su personaje de actor, por lo que se recurre a sobretítulos.
Hay tres elementos en este montaje que contribuyen, de una forma sencilla, a embellecer la escena: la escenografia con cortinillas laterales y farolillos blancos, el vestuario y la iluminación.
Una función acerca de un clásico que me ha parecido innecesaria.
Texto: José Padilla, a partir de El mercader de Venecia de William Shakespeare
Dirección: Carlos Aladro
Intérpretes: Greg Hicks (Shylock), Javier Lara (Antonio), Natalia Huarte (Porcia), Ramón Pujol (Basanio), Alba Enríquez, Juan Blanco
Ayudante de dirección: Javier L. Patiño y Pablo Rosal
Escenografía y vestuario: Paula Castellano
Iluminación: Pablo R. Seoane
Audiovisuales: Marta Valverde
Sonido: Manu Solís
Producción: Pérez y Goldstein S.L., Compañía Babel
Teatro: La Abadía 3 al 27 de octubre de 2019
Duración: 75 minutos