Bengala
Bengala es la historia de un boxeador contada por él mismo al final de su trayectoria. Destacaría la buena actuación de Sergio Maravilla Martínez.
Sergio Gabriel Martínez, alias Maravilla, fue un importante boxeador argentino que ya había actuado en algún monólogo. Sin lugar a dudas, lo mejor de la función es su interpretación que acompaña con movimientos pugilísticos en los momentos de entrenamiento y en la escena de la pelea final con el joven campeón olímpico. La naturalidad y la pasión que destila este actor durante el duro monólogo es razón suficiente para ir a ver la obra. Difícil se lo pone el mediocre texto y la dirección, sólo acertados en esa pelea final. El principio de la obra presagia lo peor: tras ensordecedora música y ruido ambiental (campana, silbato...), vemos al boxeador que empieza su monólogo hablando a un par de guantes situados en el suelo e iluminados por un foco. Lo peor de la función será la técnica de interpretar varios personajes de su vida con un diálogo en el que se imposta la otra voz e intercambia postura de personajes (ahora yo, ahora el otro) desconcierta y nos aleja de la verosimilitud de lo representado. Al principio, cuando se coloca la toalla del cuello en la cabeza para poner voz, ojitos y sonrisa de mamá, en un diálogo madre e hijo, casi me caigo del asiento... por favor, no, así no puedes crear complicidad con el público, así destrozas la escena. Otro penoso ejemplo, en el diálogo entre entrenador y boxeador sentado en el banquillo durante la pelea: me levanto y tono desenfado del entrenador, me siento y tono vencido del boxeador...
El texto discurre por todo el camino habitual de la vida de un boxeador: las peleas apañadas, el impago de sueldo, las lesiones, la derrota física, el consumo de drogas... Por encima de todo ese camino trillado, convence la descripción del dolor, los golpes en la cabeza, la derrota profesional y personal... la súplica al médico para que te de la licencia que te permita seguir peleando, aunque ya no tengas posibilidades de ganar. Toda la parte sentimental en relación a su querida mujer la Vanessa (olvidémonos de su mamá) interfiere, por lo mal construida y peor desarrollada, con la evolución del personaje en escena.
Escribir un buen monólogo y dirigirlo de forma convincente en escena es muy complicado, y sostenerlo sólo un actor todavía más. En esta terna, gana por K.O. Sergio Maravilla Martínez.
Intérprete: Sergio Maravilla Martínez
Texto: Alfredo Megna
Dirección: Adrián Navarro
Música en directo: Fecundo Quiroga
Iluminación: Juan Seade
Producción: Silva Producción
Teatro: Luchana
Duración: 65 minutos
Hasta el 12 de noviembre de 2021
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