El bar que se tragó a todos los españoles

Alfredo Sanzol nos ha devuelto la magia del teatro con este maravilloso bar que se tragó a todos los espectadores y que he podido, por fin, visitar y disfrutar. Genialidad.

Salir del teatro alegre, con una sensación de frescura, tras haber disfrutado de tres horas que han transcurrido volando, es una de las mejores experiencias que te puede ofrecer el teatro. Sanzol ha escrito, inspirado en la vida de su padre, una historia muy original, que sorprende continuamente y que va más allá del realismo, sin perder verosimilitud y provocando la sonrisa casi permanente.

A los inspirados avatares del protagonista acompaña un texto con diálogos y monólogos poéticos y una magnífica dirección de Sanzol que utiliza el espacio escénico de forma inteligente y añade gran valor a la historia al presentar puntos de vista y acciones simultáneas o movimientos de los actores por el decorado que parecen un juego de magia. La escenografía es uno de los grandes aciertos de este montaje, gracias a la creatividad de Alejandro Andújar.

"El bar que se tragó a todos los españoles" está dividido en dos partes con un descanso intermedio. La perfección como reloj de precisión de la primera parte no se sigue en la segunda, con algún momento de desequilibrio nada banal. Hay dos puntos argumentales y escénicos que evitan que esta obra alcance la maestría; me refiero a la visita al ginecólogo, escena en la que asistimos a un sonrojante discurso feminista (el público lo aplaude) que te obliga a salir de la historia y, por otra parte, me refiero al viaje al Vaticano y las escenas de extorsión, con pistola en mano, propias de un vodevil que está muy fuera del tono del resto de la obra. Lástima y rabia porque ¡era todo tan perfecto y maravilloso!

Esta función tampoco sería la misma sin el gran trabajo actoral y, en especial, la interpretación de Francesco Carril. Jorge Arizmendi es un personaje que no tiene momentos brillantes, su cualidad está en esa actitud inocente, entusiasta, alma pura que sigue siempre adelante con los objetivos que se va poniendo. El gran reto y la especial dificultad del papel se encuentra en los monólogos que Carril declama con naturalidad sorprendente ¡para no dejar de aplaudirle!

Natalia Huarte, también magnífica, tiene una complicidad con Carril que hace saltar chispas; inolvidables esos momentos del noviazgo.

El resto de los actores, con decenas de papeles, son camaleónicos. Jesús Noguero es uno de esos actores que con su voz cálida nos hipnotiza siempre y ya nos tiene a sus pies.

Hay muchas escenas geniales, algunas parecen auténticos gags visuales y quedan fijados en la memoria: el diálogo de Jorge con las telefonistas es, por sí solo, una pieza maestra.

Hacía mucho tiempo que no podíamos disfrutar de tanto talento sobre el escenario. "El bar que se tragó a todos los españoles" tiene la verdad en su título (aunque su significado era otro).

Texto y dirección: Alfredo Sanzol

Intérpretes: Francesco Carril (Jorge Arizmendi), Elena González (Ranchera, Angelines, Mujer que baila con tocado de estrellas, Telefonista 4, Mujer con maleta que llora y Gina Zanella), Natalia Huarte (Carmen Robles), David Lorente (Cura del pueblo, Tipo de la barra - Alan Rodrigues-, Hombre que baila con sombrero mejicano, Camarero del Pardo, Hombre con maleta y Txistorro), Nuria Mencía(Madre de Jorge, Mujer de la revista - Margaret Miller-, Mujer que baila con disfraz de china, Telefonista 1, Telefonista 3, Camarera filósofa, Enfermera, Mujer con maleta y Dolores), Jesús Noguero (Evaristo, Camarero del Blue Moon -Bob Martino-, Claus Sluter, Francisco Elizondo, Camarero de un bar en Dinamarca, Hombre con maletín, Padre Lazzaroni y Bruno Zanella), Albert Ribalta (Padre de Jorge, Ranchero, Policía Lion Knife, Padre anarquista, Hombre que baila con disfraz de turco, Obispo, Cura con maletín, Crisóstomo Carlucci y Andreas Locher), Jimmy Roca (Padre Robert, Policía Matt Laguarda, Pájaro, Martin Luther King, Médico, Hombre con periódico y Marcel van Gal) y Camila Viyuela (Nagore, Rachel Sluter, Telefonista 2 y Monja de rodillas).

Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar

Iluminación: Pedro Yagüe

Música: Fernando Velázquez

Espacio sonoro: Sandra Vicente

Caracterización: Chema Noci

Movimiento escénico: Amaya Galeote

Ayudante de dirección: Beatriz Jaén

Producción: Centro Dramático Nacional

Teatro: Valle-Inclán

Del 15 de septiembre al 17 de octubre de 2021

Duración: 170 minutos