Historia de un jabalí (o algo de Ricardo)
Espléndida interpretación de Joan Carreras en el papel de un actor que hace una exhibición de su egocentrismo en una función que es un auténtico torbellino de ideas y personajes.
Un actor va a interpretar a Ricardo III de Shakespeare, un personaje cruel que urdirá complots para asesinar a sus rivales. El actor tiene la primera oportunidad de hacer un gran papel y se encuentra disgustado porque el resto de la compañía no está a su altura. El paralelismo egocéntrico entre actor y personaje irá saliendo a la luz. Este actor nos irá contando parte del argumento de la obra, recitará algún monólogo que le apasiona (los monólogos escritos para personajes femeninos) y también se permitirá criticar la hipocresía social, los métodos teatrales, el público inculto...
Personaje intencionadamente incómodo el de este actor tan pretencioso que no duda en romper la cuarta pared para apelar y criticar al público, que nos contará de forma humorística sus humildes orígenes familiares (para engrandecer su estatus desde la nada) y nos tendrá como testigos secuestrados para exhibir su desbordante personalidad. En su monólogo habrá frases machistas y desatinos que lo pondrán en evidencia (esperemos que el público no tome de forma literal las palabras del autor) y, al mismo tiempo, acerados y acertados comentarios.
El ritmo del monólogo es a veces frenético y apenas nos permite asimilar el torrente de ideas que expresa. Ese ritmo ágil también está imbricado con la expresividad corporal y el movimiento en escena. Cuando haya pausas, estas serán marcadas, conscientes, casi una concesión al espectador desde el Yo del actor.
El humor es parte fundamental del espíritu de la obra, la reflexión y la crítica se abordan mejor desde la chispa espontánea y la ironía inteligente, con un cambio de tono continuo.
También hay lugar para la reflexión sobre el teatro, la verosimilitud y el purismo de la representación de los clásicos y su rima, la dificultad de conexión con el espectador, la importancia de la dirección...
Resulta curioso que la parte menos perfecta de esta representación, a mi modo de ver, fue la interpretación de los dos primeros monólogos femeninos (grande el tercero), una interpretación en exceso moderada, una declamación demasiado neutra.
"Historia de un jabalí" funciona como un mecanismo de relojería caótico y perfecto con un actor increíble que hemos tardado en descubrir en Madrid.
Al dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón hay que seguirlo de cerca.
Texto y dirección: Gabriel Calderón
Intérprete: Joan Carreras
Escenografía: Laura Clos
Sonido: Ramón Ciércoles
Vestuario: Sergi Corbera
Iluminación: Ganecha Gil
Ayudante de dirección: Olivia Basora
Producción: Temporada Alta 2020 y Grec 2020. Festival de Barcelona
Teatro: La Abadía Del 29 de septiembre al 9 de octubre de 2022
Duración: 70 minutos
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