Las criadas
Hipnótica representación de una perturbadora y extraña obra de Jean Genet con una dirección y unas interpretaciones que nos hacen vibrar. Si sólo veis teatro convencional, arriesgaos y disfrutad.
Dos criadas y su despótica Señora. Cuando la dueña no está, las criadas aprovechan para tomar su revancha liberadora. No sólo tocan los objetos y la ropa de la señora, se los ponen y representan sus papeles: una será la Señora y otra la criada, pero cada vez se intercambiarán los roles. Es el rito, la ceremonia, tal y como la llaman. Este juego desnuda todos los sentimientos ocultos y llegan a fantasear con el asesinato. Ha habido otros juegos, más bien manipulaciones y mentiras, que ahora se pueden volver en contra de las que han servido con aparente fidelidad y sumisión.
El texto se aleja del realismo para acercarse a un simbolismo más abstracto, afila las aristas de la relación poder/dependencia, amo/siervo en un marco atemporal y desarrolla el juego de posiciones antagónicas en varios planos, emocional y físico.
Observamos la sumisión de las criadas con una admiración manifiesta hacia la Señora y, en su ausencia, el desprecio oculto y la ambivalente ambición por ser Ella; la tiranía de la Señora que siente un desprecio directo hacia los inferiores y espera una obediencia ciega por ser Ella.
"Las criadas" no recurre a los caminos fáciles de la parodia o el histrionismo, la obra expone una inteligente batalla dialéctica revestida de una atmósfera extraña e inquietante. Los personajes se retan en el juego de palabras y, de forma fundamental, con los gestos y las actitudes.
Para esta representación Monica Boromello ha desarrollado una escenografía desnuda: una tabla redonda giratoria, una pantalla/telón y el escenario enmarcado con luces frías. No hace falta más y, por otra parte, es lo que precisa este crudo drama. Boromello, siempre exquisita en sus creaciones ajustadas al espíritu de la obra, no necesita lucirse a través de un vistoso decorado.
El magnífico vestuario, sencillo, frío y complementario a la iluminación y el decorado, juega con una deslumbrante tela dorada con la que se visten de Señora las criadas.
Trabajo actoral impresionante, la energía física y la palabra (dardos contenidos) arroja electricidad sobre la escena. La elección de Jorge Calvo como la Señora ha sido un gran acierto, con la frivolidad ajustada a su personaje. Ana Torrent (ya van varias interpretaciones en teatro remarcables) y Alicia Borrachero maravillosamente compenetradas, brutales. La dirección de Luis Luque recobra su genial toque, con el pulso y dinamismo que necesita la obra, con exquisita sensibilidad y lejos del estatismo que encontré en "Edipo. A través de las llamas".
Desconozco el texto original y, por tanto, no puedo valorar el trabajo de Paco Bezerra en esta ocasión.
En resumen, muy feliz de poder recuperar "Las criadas" tras no poder disfrutarlas en marzo del 20 a causa del confinamiento por la pandemia. Aprovechad esta segunda reposición porque la experiencia es muy muy especial.
Texto: Jean Genet Versión y traducción: Paco Bezerra
Dirección: Luis Luque
Intérpretes: Ana Torrent, Alicia Borrachero, Jorge Calvo Escenografía: Monica Boromello Vestuario: Almudena Rodríguez Iluminación: Felipe Ramos Asesoría de movimiento: Agnès López Música original: Luis Miguel Cobo Videoescena: Bruno Praena Producción: Pentación Espectáculos y Teatro Español.
Teatro: Bellas Artes (2º reestreno)
Del 1 de diciembre de 2021 al 9 de enero de 2022
Duración: 90 minutos