Malvivir
Álvaro Tato fusiona varias obras de la picaresca del Siglo de Oro para contarnos las desventuras de una mujer de amores desenfrenados y violenta vida. A ritmo trepidante y con una actuación desbordante, sin el suficiente oxígeno, se disfruta este "Malvivir"
Enjuiciada y pendiente del garrote vil, Elena de Paz nos cuenta su vida, desde el mismo parto, abocada a la miseria desde su nacimiento pero rebelde, superviviente en ese mundo turbulento a base de ingenio, trampas, mentiras y robos. Mujer malhablada, autónoma y fuerte carácter, para su fatalidad, se enamorará de Mantúfar, otro pícaro con el que une sus andanzas...
Marta Poveda y Aitana Sánchez-Gijón realizan una interpretación descomunal pero sin la contención necesaria, aceleradas, con el alma desbocada por el escenario y sin casi respiración pausada. Por eso, a pesar de todo lo deslumbrantes que puedan parecer, en mi caso, me han producido cierto agotamiento, visual y auditivo. No facilita ese reposo, que necesita toda obra para que realmente funcione, la sucesión de desventuras que se acumulan como episodios que, en el transcurso de la obra, resultan repetidos: amor, engaño y persecución que ofrecen pocas variaciones. La obra se oxigena exclusivamente por las bellas canciones que interpreta Bruno Tambascio en escena, son un remanso de paz que agradecemos para seguir enfrentándonos a otra desventura.
A mitad de obra, los papeles de protagonista femenina y masculino se intercambian entre las actrices de forma muy cohesionada; además, ellas interpretarán el resto de personajes que van apareciendo.
El espíritu clásico que la maestría de Álvaro Tato siempre nos ofrece también lo encontramos en este "Malvivir": la inteligente adaptación del texto (sin perder el lenguaje propio), el ritmo preciso para la declamación pretérita, el movimiento en escena que imprime a la acción, la compenetración con la que dirige a sus actores... pero aquí todo excesivo, sin el pulso que debe marcar la diferenciación de escenas y actos para permitir respirar la función.
Me he encontrado con una de las escasísimas escenografías de Monica Boromello que no funcionan, que impiden casi el desarrollo dramatúrgico y que se salva, excepcionalmente, por la dirección de escena que imprime Álvaro Tato. Esas estructuras metálicas entorpecen y afean la representación.
"Malvivir" es una obra clásica que, a pesar de los inconvenientes que se puedan encontrar, satisface y disfrutas.
Con fragmentos de:
La hija de Celestina de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo
La niña de los embustes de Alonso de Castillo Solórzano
La pícara Justina de Francisco López de Úbeda
Tres letrillas y Un romance de Francisco de Quevedo
Dramaturgia y adaptación: Álvaro Tato
Dirección: Yayo Cáceres
Intérpretes: Marta Poveda, Aitana Sánchez-Gijón y Bruno Tambascio
Composición música original: Yayo Cáceres
Escenografía: Monica Boromello
Vestuario: Tatiana de Sarabia
Iluminación: Miguel A. Camacho
Produccion: Ay Teatro
Teatro: Naves del Español Del 5 de mayo al 5 de junio de 2022
Duración: 90 minutos
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